lunes, 31 de mayo de 2010

historias desesperadas de alguien esperanzado

y tú me preguntas?
no será el subconsciente que te traiciona?

mi subconsciente se ha hecho con el poder...
ha destronado a mi razón y mi conciencia, me ha arrastrado a un mundo onírico donde los conejos gigantes de peluche son seres antropófagos que solo piensan en sorber tu cerebro para degustarlo, poner en su lugar películas de Carmen Sevilla y el himno de España resonando en el interior de tu vacio cráneo, como si éste fuese un tronante instrumento de percusión,
y yo huyo de ellos a través de la palabra en la que soy

y te busco y te siento en esa palabra que no te dije y esa lagrima que no llore y esa mirada que escondí

y te sé en esa palabra que si te dije y esa sonrisa que te arranque y esa risa que dejaste ir en cascada sonora sobre mi

(la sonrisa es aquello que ocurre cuando le hacen cosquillas a tu alma)


pero el conejo gigante me persigue...
y huyo a través de mi subconsciente y busco la luz que me da la locura,
paraísos lisérgicos soñados en los que la gravedad no existe,
y tu estas ahí,
mirándome,
expectante,
no sabes quién soy,
no sé quién eres,
pero en un momento,
en un segundo,
eso cambiará...

Y entonces el conejo gigante huirá y yo me convertiré en un ser de luz que iluminará mi noche interior.

Y creare la vida.
Y la vida será buena.

Recuerda:
nada es real,
todo está permitido,
y cualquier parecido con la realidad es mala leche....



by jacobe

viernes, 21 de mayo de 2010

Lo fatal, de Blas de Otero

(Blas de Otero siempre consigue erizarme la piel, el alma.....)

Entre enfermedades y catástrofes
entre torres turbias y sangre entre los labios
así te veo así te encuentro
mi pequeña paloma desguarnecida
entre embarcaciones con los párpados entornados
entre nieve y relámpago
con tus brazos de muñeca y tus muslos de maleza
entre diputaciones y farmacias
irradiando besos de la frente
con tu pequeña voz envuelta en un pañuelo
con tu vientre de hostia transparente
entre esquinas y anuncios depresivos
entre obispos
con tus rodillas de amapola pálida
así te encuentro y te reconozco
entre todas las catástrofes y escuelas
asiéndome el borde del alma con tus dedos de humo
acompañando mis desastres incorruptibles
paloma desguarnecida
juventud cabalgando entre las ramas
entre embarcaciones y muelles desolados
última juventud del mundo
telegrama planchado por la aurora
por los siglos de los siglos
así te veo así te encuentro
y pierdo cada noche caída entre alambradas
irradiando aviones en el radar de tu corazón
campana azul del cielo
desolación del atardecer
así cedes el paso a las muchedumbres
única como una estrella entre cristales
entre enfermedades y catástrofes
así te encuentro en mitad de la muerte
vestida de violeta y pájaro entrevisto
con tu distraído pie
descendiendo las gradas de mis versos